Mantengo
Mantengo en mí la llama; nada pudo extinguirla,
cada cielo celeste, cada viento dorado,
cada olor de la noche, trae a mi corazón
tu imagen, en el fondo de un paraíso mágico...
No es el fuego suave de tu cabello de oro,
no el blancor tibio y dulce de tus mimosos brazos,
no el raso violeta de tus ojos inmensos
fuego, blandor y raso, para ser olvidados...
Y sobre todo es tu perfume, y es tu voz
que viene y va, temblando, sonriendo, llorando,
como una voz que oí, una tarde de estío
entre un coro de ángeles de un coro apenumbrado...
JRJ
(un poema de "Libros de amor" una faceta que desconocía del autor)