Cada noche, cada día
lleno hojas de papel vacías
un intento de crear poesía
que convierto en frustración,
en mediocre melodía.
En una alfombra de papel arrugado
yacen mis inquietudes,
y mis sueños amortajados,
Soy como el fresno en invierno
tronco con corteza gris y
abundantes ramas lampiñas,
más se tornará exuberante y
dador de sombra fresca
en cuanto asome la primavera.
Inmóvil aquí quedo
escarnio soy del fresno
él se siente resplandecer
mientras cree a mis ramas secas.
Secas no están, lo sé
tan sólo rezan,
suplican porque su musa vuelva
esa musa que se perdió
en la tibieza de los rayos del sol
la esperanza de su vuelta
hará entrañable la espera.