Mar de las piedras negras
Pulidas y abujardadas con insistencia por la furia de este mar
Salientes bosques de cumplidos dólmenes
De los cuales hice con esfuerzo una composición megalítica
Abatidos, y apenando mi tristeza
Alguien que no supo apreciar su empeño
Esparció sus restos aquella misma noche, deshaciendo la creación que con tanto esmero realizara
Pasaron dias y siempre miraba el arrecife, el saliente pedregoso en el final de la playa donde antes desborde la imaginación con creatividad y sosiego
Un día armado de valor, y con el sonido de la musica habitando mi ser, reemprendí la ardua tarea, perdí la conciencia del tiempo, y zigzagueando entre piedras y esquivando olas rehice la ciudad, el bosque de las piedras
Eran poderosas y altivas columnas terminadas por otras cruzadas en difícil equilibrio, otras como dos torres soportando el gran peso de una horizontal, habia otras composiciones menores unas encima de otras, era el acabado idóneo a la fabula, así todo el conjunto me favorecía aún mas, era la perfección del equilibrio, mi saludo al mar
Había gente que se acercaba y observaba, y yo me sentía como un artista que miran su obra, aunque no estaba seguro de que cuando me marchara fuera respetada.
Al día siguiente desde lejos algo llamo la atención, algo había sucedido en el bosque de piedra, me acerque y observé con emoción como las construcciones habian crecido, eran muchas mas, originales y artísticas
Ya no tenia miedo a la destrucción, con la nueva e importante aportación todo era un conjunto que infundía respeto, me sentí muy satisfecho al comprobar que otros no solo valoraban el esfuerzo, si no más bien compartían la sagrada necesidad ancestral del primigenio quehacer del hombre, y me alegre, me alegre muy satisfactoriamente