Caminaba sin rumbo fijo, con la mirada perdida, un soplo de viento movía lentamente las hojas que a mi paso hacían un ruido estruendoso, las ideas brotaban y se iban cual gota de lluvia caía en un recipiente lleno de ellas, se acercaba la noche mientras más caminaba, y el tiempo fiel compañero cómplice de mi complot contra esa firme idea de sacar de lo mas profundo de mi ser esa rabia incontenida, pero sin derramar una sola gota mas, un solo suspiro mas, hice alto al final de aquella calle, en la esquina un poste del cual mi cuerpo recargaba, con el pie izquierdo formaba círculos volvía a caer en esa fosa de vació donde no llegaba a nada, donde si aventaba una roca no escuchaba el fin, no había una idea clara, Seguí mi camino y al cruzar La calle, un auto freno desesperadamente y al unísono el ruido de las llantas y el claxon que me dejo sordo, pasmado, sin aliento, no me moví, mi corazón dejo de latir por un instante, mis ojos solo veían la desesperación de esa joven frente al volante queriendo detener el auto...... al fin se detuvo poco antes de golpear mi rodilla, palidecí y desmaye... al poco rato volví en mi, estaba rodeado de gente quien decía y gritaban!!! una ambulancia... pero en verdad no me toco, no tenia ningún rasguño ni una sola marca de accidente, solo me incorpore y para el asombro de todos eche a correr, salí como si yo fuese un criminal después de haber cometido un atraco, como si fuese un venado ahuyentado por toda esa gente...
Pare de correr y con los latidos muy fuertes, mi respiración agitada y mi cabeza dando vueltas, aun por la impresión de esa experiencia, tome mis rodillas agachándome y luego grite volteando hacia arriba!!! NOOO PUEDE SEEERRRRRR!!!! sigo aquí sigo aquí...
Así, después de ese grito y ese ambiente de tensión el cual ponía todos mis sentidos en total desacuerdo, comencé a calmarme, mis dos manos cubrían mis ojos y la frente, poco a poco deslice mis brazos hasta quedar como inerte, con un rostro que mostraba una vaga sonrisa, teñida de asombro, continué mi camino comprendiendo que en tan solo un momento podría cambiar toda mi vida, con tan solo un momento, actuando como si nada hubiese pasado, llegue a la cita, ya obscurecía, la vieja plazoleta del pueblo expectante y frente a ella la iglesia con sus puertas de par en par como invitando a pasar, en silencio seguía rodeando el kiosco donde el encuentro se llevaría acabo, espere con ansias y desesperación, pasaban los minutos y la plazoleta quien tenia cuatro entradas, cada una de ellas en cada esquina y todas terminaba en el kiosco, hacían que la visibilidad desde cualquier punto fuera total, y ahí yo, una y otra vez caminaba en el mismo lugar , era como si todos hubiesen estado de acuerdo, el viento, el lugar, el pueblo, su gente, solo pasaban a mi lado observando como una persona esperaba, sin decir una sola palabra, sin cruzar miradas, era tan particular el sonido del cuchicheo en toda esa gente y aun así, continuaba esperando, sabia que si alguien tenia el poder de decir no ya no !! .... ese solo era yo, solo yo podía detener este extraño sentimiento, solo yo lo haría. Pero no lo hice y aguarde con impaciencia hasta el final de mi encuentro, ya no podía comprender ni tampoco imaginar cual sorpresa me tenia preparada el destino.
