A UNA SONRISA
Antes de tu llegada el parque se amontonaba de noche
Silencios del muérdago y de la sabia triste,
Enmudecidos sus rincones de eternas melancolías
Tristes bancos con geranios, de copas desatendidas
El parque lleva penitente su silencio
Parco de enamorados, sus ramas caídas heridas por la tierra desconsolada
Hasta que tú llegaste la fuente seca
Y sus palomas muertas en el frió sueño de un invierno atronador
Ven sonrisa como la mañana a poner el sol en los labios
Y la caricia en los ojos serenos del amante muerto
Ven sonrisa, a endulzar el aire con el néctar extraño de las hiedras
Por que todo es azul en tus manos cuando me miras
Ven para recordar que aun existe la belleza, y la flor, el jilguero y el silencio del viento entretejiendo las hojas
Que aún es posible mirar al cielo y sentir la caricia perdida de tus manos