¡Oh Sol! ¡Oh Nido! Cuando te entregas a mis manos Como un regalo ofrecido Observan tus ojos de miel y espigas El deseo primitivo del hombre
¡Oh Sol! ¡Oh Nido! Es así tu mirada Un pozo profundo y húmedo En el límite del bosque Donde el ciervo no tiene acomodo
¡Oh Sol! ¡Oh Nido! Yo te traje aquí de entre las hojas Le pedí al viento tu memoria Y le enseñe a amar tu regreso
Murmure con los labios sellados la balada del amor eterno
¡Oh Sol! ¡Oh Nido!
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suceso_720629
21/7/09 a las 23:07
Si... Uno es bonito... el siguiente lo es aún más, si uno tiene fuerza... el siguiente aún más. Cada poema que escribes está lleno de profundidad, hermosura y pasión. Reflejas muy bien la belleza de las cosas en todo lo que escribes.