Dios sabe cuántas noches mis sueños te entregaba
latiendo enamorado mi triste corazón
y aquellas noches tristes mis ojos te miraban
quién sabe en qué recuerdo oculto en mi razón.
Y cuántas madrugadas poemas te escribía
cantando tu hermosura, tu don tan singular
de ser dulce y alegre, acaso fantasías
brotadas del momento de verte caminar
Tú eres en mi vida el tierno pensamiento,
el hálito del alma que sueña con vivir.
Mi corazón despierta, también el sentimiento
de estar enamorado al verte sonreír
Si detener pudiera las mil revoluciones
que al verte se desatan adentro de mi ser,
quizás así podría todas mis emociones
confesarte al oído, dulcísima mujer
Porque tiemblan mis manos y agacho la cabeza
cuando tu compañía alcanzo a disfrutar,
y miro de reojo tu singular belleza
para que tú no alcances oírme suspirar
Aún guardo osadía para llamarte hermosa,
decir que tus sonrisas os embellencen más.
Mirándote a los ojos, pensar en una rosa,
aunque sea el momento efímero y fugaz
La luna me descubre mirando las estrellas,
pensando en la esperanza de estar cerca de ti;
y con un beso suave bajarte una de ellas
para que al verla puedas acordarte de mí
Me basta un solo instante para entender mi pena
y comprender mis dudas incluso mi temor,
porque el que se enamora adquiere la condena
de solitarias noches, de aquel secreto amor
Pues bien yo necesito decirte que te quiero,
que adoro la ternura que llevas por virtud,
que adoro tu inocencia, que todavía espero
poder a vuestro lado pasar mi juventud
Quizás un día de estos después de contemplarte,
me mires y descubran tus ojos de rubí
lo que hace mucho tiempo deseo confesarte
y escuchen tus oídos: "me enamoré de ti"
agradeceria sus comentarios