mi gente
han llorado de a secas
naufragado en sus nombres
cabalgado en mil caballos
y olvidaron sus nombres.
caminaron yertos caminos
y sin judgar el mañana
pisaron fuerte..con rabia..callados.
no necesitan barcos
para cruzar ambos lados
y con unas palmadas.....
han pegado la vuelta
trabajado la tierra
dibujado un mañana
acogiendo en sus brazos
caminos ya trillados.
Mi gente, es sobervia, callada
humilde, menuda..brava
unida por lagrimas, esclava de un mañana.
tienen braveza, casta, corazon y alma
y por si un día la encuentran..
la encontran callada, laborando sus campos
subiendo a la fabrica, bajando al mar de la alborada.
mi gente, no entiende de grandes bravatas
de sesudas miserias, ni de palabras vanas.
Habla cuando está callada
sin esperar la grandeza
camina, trabaja, anda.
y al cerrar ya las puertas
al calor de la lumbre
las ventanas cerradas
maldice entre dientes
las grandes machadas
de aquellos que en sus sillones
con cubiertos de plata
deciden como y cuando
moriran..sus almas.
y la abuela callada mira.. calla
ya no recuerda el día en que partió
una mañana, su hijo querido
pertrechado con una zamarra
por lumbre una chasca
con su atillo de a cuadros
tiritando una sonrisa
hace ya mucho tiempo .. tanto
que no quedan lagrimas.
Atiza la lumbre
suspira sin decir nada
maldita la hora, en que una mañana
aparecieron aquellos señores
llenos de bonitas palabras.
Y la lumbre crepita
la puchero la llama
y coloca la fuente
el tenedor, la cuchara
y el cuchillo se pega y
en sus manos se amarra
pequeños segundos, instantes del alma.
Mi gente, es sobervia, callada
humilde, menuda..brava
unida por lagrimas, esclava de un mañana.
jara