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Mi perrito murió el 9 de enero y me siento muy mal

Última respuesta: 31 de enero de 2015 a las 16:09
C
caio_9779449
18/1/15 a las 23:52


Hola,

Escribo debido a que necesito ayuda urgentemente porque mi perrito French Poodle Mini Toy murió hace unos días y me siento muy triste, vacío, desesperado, perdido y muy culpable.
Tenía 7 años y todo pasó el 9 de enero cuando fui a visitar a un Golden y una perrita cocker que tenemos en una pensión, ya que son perritos rescatados a los que les estamos buscando hogar. Desde hace 6 meses, me llevaba a mi perrito, Guyton, tres veces por semana a visitar al Golden a la pensión y los sacaba a pasear juntos. Este Golden desafortunadamente ha tenido varias adopciones fallidas y no ha dejado la pensión. A él, se le unió una perrita Cocker que mi hermano rescató hace casi dos semanas, así que ese día me llevé a los tres a pasear. Yo tenía el plan de sólo llevarme a mi perrito y al Golden, pero el chavo que cuida la pensión me dijo que el dueño de este negocio no había podido llevar a vacunar a la perrita, así que decidí llevármela para que la vacunaran. Llegué a la veterinaria y primero bajé a la Cocker y a mi perrito. El Veterinario estaba ocupado y me dijo que regresara al rato, así que decidí bajar también al Golden que se llama Güero. Mi perrito estaba muy contento con la perrito y todo estaba bien. Ya me iba a pasearlos mientras el doctor se desocupaba cuando decidí regresarme para ponerle una playera que dice "Adóptame" al Güero, playera que siempre le pongo al pasearlo para promocionarlo. Traté de dejar a mi perro con su correa atorada en una casita que tenían en venta afuera de la veterinaria, pero no pude. Mientras, traía a los tres con su correa y todo estaba tranquilo cuando de repente mi perrito le gruñó al Güero, se le aventó y tuvieron un pequeño conato de bronca. Los separé en dos segundos, pero al voltear vi que mi perrito cayó infartado del coraje con la lengüita de fuera. El Veterinario lo intentó reanimar y fue inútil. Murió. Mi perrito era impredecible y enojón, aunado a que tenía un pulmón colapsado y el corazón crecido por un problema congénito, aunque con el Güero ya estaba acostumbrado a pasear y no pasaba nada. Tenían meses de pasear juntos
Me siento extremadamente mal por la forma en que murió y culpable. Me pasan muchas cosas por la cabeza. ¿Porqué bajé al Güero del carro? ¿Cómo fue a pasar esto cuando ya me iba a pasearlos y decidí regresar a ponerle la playera al Güero y justo en ese momento pasó esto? Y cómo se conjunto todo para que esto pasara, incluyendo que a la perrita el dueño de la pensión la iba a llevar a vacunar unos días antes. No lo puedo creer y la culpa y el dolor me está acabando. Este perrito era mi vida, mi mejor amigo y mi compañero inseparable. Me culpo por lo sucedido y por no haber tratado de separarlos pateando al Güero o haciendo algo más.
Me hace muchísima falta y me estoy volviendo loco. Realmente no veo una salida. Esto es lo peor que me ha pasado en la vida. El hecho de voltear al sillón y no verlo, de saber que no me va a seguir a todos lados ni esperarme en mi cama o afuera del baño para que lo paseé me pone muy mal. Ya no escucho sus patitas afuera de mi baño y como se echaba afuera para esperarme. Cómo se emocionaba al ver su colllarcito y su correa, y al escuchar su cascabelito. No es posible que ya no vaya a volver a ver esto. Es horroroso.
Ahorita estoy muy mal. Hay momentos en que me quiero morir para irme con él. Veo su tumbita y no puedo soportarlo. Para colmo, he soñado con él varias veces y al pasar por locales donde bañan perritos y escuchar comerciales de estos negocios me siento peor.
Realmente no sé que voy a hacer. Mi perro era mi vida y era tan especial que inclusive él fue la razón por la que mis papás no se separaron antes, ya que iluminaba nuestra casa y nos daba momentos de felicidad y unión. Mis papás se terminaron separando en Mayo del año pasado y esto me pegó mucho, especialmente por él, porque para Guyton mi papá era lo máximo. Vivía para él, lo esperaba en las escaleras viendo hacia la ventana para recibirlo cuando llegara, se dormía con él y lo seguía a todos lados. Cuando mi papá se fue, me hacía sentir horrible verlo triste y esperando todavía en las escaleras a que llegara mi papá. Afortunadamente, mi papá y yo desarrollamos una rutina para que Guyton no sufriera y yo se lo llevaba casi todos los días a la Comercial Mexicana que estaba cerca de mi casa, a un café o a la casa de un tío entre 7 y 10 de la noche. Al día siguiente, mi papá me lo entregaba en la Comercial mexicana en la mañana y Guyton estaba conmigo todo el día. Lo paseaba mañana y tarde y me acompañaba en el coche casi siempre. Esa era nuestra rutina y nos acostumbramos mucho a ella.Lo mejor, es que a Guyton lo tenía feliz y le dio equilibrio.
Yo trato de rescatar perros de la calle cuando puedo y desde hace varios meses Guyton me acompañaba tres veces por semana en la mañana a ver al Golden Retriever y los paseaba juntos. Después, lo volvía a pasear en la tarde alrededor de las 5. Estaba muy acostumbrado a esto. Sabía que le tocaba su paseo y estaba alerta a mis movimientos esperando a que le dijera "calle" lo cual era suficiente para que el entendiera que era hora de pasear. Se emocionaba mucho, me seguía, se subía a mi cama y cuando sacaba su collarcito, lo veía y escuchaba su cascabel, gritaba, estornudaba y se ponía contentísimo. Verlo así me alegraba la vida. Era muy bonito. Además, cada que llegábamos a mi casa en la mañana después de que me lo entregaba mi papá, me seguía a mi cuarto, se subía a mi cama y me daba besos. Me metía a bañar y el me esperaba ya sea a fuera del baño o en mi cama. Después bajaba a desayunar y el bajaba rápido detrás de mí para ver que iba a hacer. Siempre hacía eso. Le gustaba estar enterado de todo y me seguía a todos lados, cosa que hacía con mi papá cuando vivía con nosotros. En la tarde, me esperaba afuera del baño antes de su paseo y cuando salía se levantaba y se emocionaba porque ya sabía que le tocaba su paseo.
Los fines de semana, me lo llevaba a pasear a una colonia que se llama Las Américas en las tardes y el Domingo en la mañana al Planetario, un lugar con muchos jardines. Guyton ya era famoso y mucha gente me decía lo hermoso que estaba, cosa que me hacía muy felìz y me ponía muy contento por verlo pasear con tantas ganas. He pasado por donde lo paseaba los Sábados y me siento horrible. Me hace muchísima falta y no me acostumbro a estar sin él y a no tener esta rutina. Me dan ganas de irme con él.
Yo he tenido una vida muy gris en los últimos años. Tengo 29 años y tengo Transtorno Obsesivo Compulsivo y cuando tenía 19 dejé de ir a la Universidad y de ver a mis amigos. Me alejé de la vida social y me recluí en mi casa. Me sugestionaba con que no podía platicar y me pasaba eso. Se me iba el tema de plática en la escuela, fiestas, etc., lo que hizo insoportable la situación para mí. Terminé la carrera de Derecho, que por cierto no me gustó, en el sistema sabatino en La Universidad Michoacana, universidad que tampoco me gustó y en la que me arrepiento haberme inscrito. Duré dos años con casi nulo contacto social hasta que en el 2006 me animé a retomar mis clases de Inglés. Me distrajo y es en lo que me ocupé hasta el año 2012, cuando terminé todo. Era mi distracción. En lapsos me metí a estudiar otros idiomas, pero nada duradero. A mis amigos los veía de vez en cuando cuando me visitaban al principio en mi casa o en alguno que otro esporádico partido de fútbol. Cada vez me fui quedando más solo hasta que ahorita no tengo amigos. De todas maneras, tuve problemas con ellos y les guardo coraje. Mi vida en estos 10 años prácticamente ha tenido la misma rutina. Me levantaba, me bañaba, desayunaba, veía la tele, comía, veía más tele en la tarde, salía a comprar algunas cosas y regresaba a mi casa a cenar, ver tele y estar en internet. Guyton llegó a nuestra casa en la se mana santa del 2010, porque era de la novia de mi hermano y le pidió que se lo cuidara en las vacaciones, ya que ella se iba a ir a Acapulco con su familia. Pasaron las vacaciones y la chava no pasó por Guyton y se quedó en la casa hasta que se hizo nuestro perro. Al principio yo no lo quería, me estorbaba y le decía a mi hermano que se lo regresara a su novia, pero con el tiempo nos ganó a todos, ya que mi familia no era amante de los perros. Terminaron mi hermano y su novia, y por coraje le pidió que le regresara a Guyton, ya era como el mes de Septiembre y nosotros ya estábamos muy encariñados con él. Además, esta chava no le daba muy buena vida e inclusive lo prestó en la facultad de medicina para que practicaran con él, lo cual hizo que con menor razón se lo regresáramos. Me acuerdo que fue esta chava a mi casa con su papá para llevarse a Guyton y mi hermano salió y les dijo que había salido conmigo. No era cierto y mientras estaban afuera de mi casa, yo me metí a mi cuarto con Guyton y le pedía que no hiciera ruido. Y así ya nadie más nos lo quitó y se hizo oficialmente nuestro perro. Yo empecé a desarrollar la rutina de pasearlo todos los días alrededor de las 5 de la tarde, cosa que hice hasta que murió. Al principio, Guyton nos quería ganar y me acuerdo que mi papá abría la puerta de mi cuarto en la mañana, le decía que yo estaba ahí y Guyton le corría y se subía a mi cama a darme besos. Son cosas que ahora que las recuerdo me pegan muchísimo.
A veces renegaba de tener a Guyton, todavía hasta el año pasado ya que de alguna forma lo culpaba de consumir parte de mi tiempo y porque dejé de estudiar cosas e hice a un lado algunos planes por no cambiarle su rutina. De lguna forma desarrollé una relación rara, protectora y aprehensiva con él. Para mí era imposible dejar de pasearlo a su hora porque me sentía mal y no estudié algunos cursos que eran a su hora de paseo para no afectarlo. Además, no me atreví a perseguir la ilusión que tenía de irme a otro país, en especial a Canadá, porque no quería modificarle su rutina y me preocupaba que lo descuidaran en mi familia. Este fue mi sueño de años y lo que visualizaba como mi vida ideal. Vivir sólo en un país tan bonito y empezar una nueva vida con un trabajo, amigos, un departamento y una vida social como yo quería y necesitaba.Como la que veía en programas de los 90s que me gustan como Seinfeld y Friends.
Todavía el año pasado lo considere, pero los problemas en mi casa y el hecho de que me dieron muchas crisis psicológicas me hicieron olvidarlo.
Al separarse mis papás, estos sueños prácticamente desaparecieron, en parte por mi situación familiar y en parte porque la mejor época para hacerlo ya se me había pasado y el mundo de hoy ya no se me antojaba ni se me antoja para hacer lo que quería hacer en otro país y porque mi vínculo con Guyton se hizo muy fuerte y me hizo estar más feliz y tranquilo. Mi plan de vida lo incluía a él. Me veía con él hasta que tuviera casi 40 años y ya no me importaba el sacrificarme por él ni el no poder irme al extranjero, porque me alegraba la vida, me sentía bien así y como se lo comenté anteriormente, el mundo de hoy tan tecnologizado, gris, plano y superficial no se me antoja y me deprime. Para mí la época ideal para irme a Canadá o Nueva York era entre el 2004 y el 2012. Sobre todo los primeros años cuando estaba en la primera mitad de mis 20 años, época en la que es ideal experimentar, atreverse, conocer nuevas cosas y madurar.
Desafortunadamente estoy a punto de cumplir 30 y la época que para muchos, incluyéndome a mí, es la mejor de la vida por las experiencias, que vives son los años entre los 20 y los 30, ya se me pasó y de una forma muy fea y deprimente. Sin amigos, sin experiencias de juventud, sin haber estudiado una carrera que me gustará, sin haber estado en una Universidad que me hiciera sentir bien y con un ambiente estudiantil y deportivo cómo el que tanto me hubiera gustado tener y sin haber tenido experiencias amorosas. Nunca he tenido novia y tengo varios asuntos que me entristecen en este campo Simplemente no puedo tener relaciones con las mujeres, me pongo nervioso, no se que decir y siento que les parezco desagradable, poco atractivo y que les da asco o les parece desagradable estar cerca de mí. Desperdicié estos años y el hecho de saber que nadie me los va a regresar, que odio al mundo de hoy y que mi mayor razón de vivir y mi plan de vida, Guyton, ya no está me hacen sentir sin esperanza, muy triste, perdido y desesperado, porque para colmo mi relación con mi mamá y mi hermano, con quienes vivo, no es muy buena y me siento más solo que nunca. Ya no está mi mejor amigo, el que me seguía a todas partes y el que me quería y estaba conmigo incondicionalmente sin importarle quien era ni mi personalidad ni mi transtorno. Se me fue el que iba a ser mi compañero de vida, ya que mi hermano se va a ir a hacer su especialidad médica, tal vez a Alemania, cosa que también me tiene mal porque el es egoísta, pocas veces se hizo cargo de Guyton y va a poder ir a un país que a mi me gusta mucho como Alemania y hacer lo que yo tanto añoré hacer, y porque no me veo viviendo con mi mamá. No nos llevamos bien, me molesta muchísimo su presencia muchas veces y a veces también la odio y no la soporto. Esto me tiene extremadamente mal y me dejó un vacío terrible que no sé cómo voy a llenar.
Por otra parte, mi relación con mi papá tampoco es muy buena, compartíamos la rutina con Guyton y nos veíamos casi diario, pero el ha sido el causante de muchas crisis psicológicas fuertes que he tenido, sobre todo el año pasado, y esto hace que tampoco lo vea como un gran padre ni como parte de mi vida. No se me antoja y el rencor no me lo permitiría. Jamás ha entendido mi enfermedad y para colmo, la ha empeorado. Ahora me pone muy mal ver a mi papá porque está muy triste y me ha dicho que le ha costando mucho trabajo superar esto y se siente sólo. Ya no está con él ni se duerme con él como lo hacía. Esto me hace sentir peor y más culpable, ya que siento que le quité Guyton a mi papá y diez años de vida, ya que me programé para tener a Guyton hasta que se hiciera un perro viejito de 16, 17 o incluso más años.
No sé que voy a hacer ya que todo lo veo gris y sin sentido. Es por todo esto que Guyton no era un perro cualquiera ni un simple perro, era el que me iluminaba la vida y le daba algo de sentido. Era mi motor y toda mi vida, por eso esta pérdida es tan dolorosa, traumática y horrible. Tengo su imagen infartado con su lengüita de fuera y me siento muy mal. Tengo un trauma. Él era todo para mí y mi mundo giraba en torno a él, y el hecho de que ya no esté aquí no lo puedo asimilar y me tiene muy mal. A veces quiero irme con él. Me parece lo justo.

Con esto concluyo mi comentario agradeciéndoles mucho de antemano su ayuda.

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J
janis_8456427
31/1/15 a las 16:09

Todos pasamos por eso
buenas ...decirte que yo pase por la perdida de mi perro hace tres meses y decirte que el dolor era muy fuerte como tu bien dices sin sentida nada pero el tienpo que en este caso es milagroso lo va sanando todo, cada dia sentiras mas alivio hasta que llegue el punto que lo exes en falta pero sin dolor ... lo importante esk tu vida sigue y no tienes q dejar que te arrastre esta perdida porque sino podrias caer enfermo como cai yo.. muxos animos

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