CANTICO ESPECIAL ( Para alguien... )
Hubo un nombre en mi vida no hace mucho,
un nombre de palabras,
de intuiciones profundas, con sonido
de perla amalgamada y caracola perdida...
Hubo un nombre de arena entre las olas
que las olas borraban,
que se grabó en mi alma con el fuego
que irradiaban sus versos azulados...
Era un nombre sin rostro que encendía
dulzura de otro mundo,
lejanía de estrella,
que amanecía a veces
por la pantalla de mi ordenador.
Yo he subido explorando las montañas.
He visto valles plácidos
salpicados de espliego y amapolas.
Me ha cegado la nieve
que conquista el azul...
pero mis ojos nunca
se sintieron tan fuera de mis cosas
ni mis manos pudieron escribir
tan llenas de hermosura
como cuando me hablabas
con tu acento de nube atardecida,
de violeta sencilla...
y yo... te respondía
detrás de la pantalla
con mi aroma de sándalo fugaz.
Hubo un nombre en mi vida inexplicable
porque no tiene explicación que un rostro
que sólo tiene nombre
pueda llegar a conmover así,
cuando todo era niebla en torno suyo
y eran versos dorados que venían
dulcemente a posarse entre mis páginas.
Y ese nombre crecía
como alas que se elevan
de un ángel protector,
como un amanecer
rompiendo negras sombras,
y despertando trinos
en las orillas de mi corazón.
Ese nombre crecía
sin poderlo evitar, del mismo modo
que crecen mis poemas
y las hojas de Otoño cuando caen,
hasta que el tiempo quiso que creciera...
Era un nombre no más
de perla amalgamada y caracola perdida.
Era un nombre de arena
que las olas borraban,
que se grabó en mi alma como nada
se ha podido grabar de forma igual.
Y a tu nombre le escribo
unas veces tocando con mi piano
canciones a la noche
y otras veces le canto
con los versos más bellos que la luna
me pide para ti.