Otto vino en un momento muy desagradable para mi, la muerte de mi hermano, el cual era uno de los principales detonantes de mi vida.
El curo con sus sublimes reacciones cada una de mis heridas, sanaba mis laceraciones con su lenguita, parecia empatizar con mi dolor consolandome incluso mejor que un ser humano....
De esto hace cuatro años, ahora deseo independizarme con mi pareja, y mi madre se muestra intransigente con la idea de llevarme a otto conmigo...
Yo añoro su forma de dirigirse a mi persona cuando requeria de cariño, el me consolo, identificaba mis tormentos cuando habia un minimo indicio de intranquilidad.
Yo no quiero reemplazar a mi perro, lo deseo conmigo, le hecho de menos......
Mi madre me ha comentado que jamas dejara marchar a otto, a parte tenemos otro perrito que era de mi hermana y que segun mi madre, cogeria depresion si lo separamos de otto...
Tal vez pensais que estoy loca, pero hecho mucho de menos a mi perro, lo tengo cada dia en mi mente, lo añoro.....