Cuando dejaste de amarme
lentamente empecé a desangrarme,
y vivo sin vivir
y muero sin morir.
Vivir sin ti he intentado,
y he fracasado,
que moriría de pena creí,
mas desgraciadamente no fue así.
Vivo estoy físicamente
y muerto sentimentalmente,
estoy muerto en vida
pues toda mi ilusión está perdida.
Mi única salvación:
reconquistar tu corazón,
y como tu corazón me has vedado
a sufrir la vida me he resignado.
Pero un último favor te pediría:
se tu feliz, vida mía.
mi única necesidad
ha sido siempre tu felicidad,
si tú feliz consigues ser,
por ti, feliz también seré