Que no emordacen tus razones,
no vale la pena hacerlo,
habla, escribe, recita, sueña...
no dejes que aten tus palabras bellas al silencio.
Es tu Alma libre y tu imaginación, aire sin dueño,
Tú eliges, cuando alguien más, ya eligió primero.
Más no nos castigues sin poder reconocer,
el tintineo de tu cascabel, risueño, en cada letra,
" Des-elige" este parco silencio,
no lo queremos, los que te leemos.
Tal vez, camine sobre sus propios pasos,
el que no consiga ver camino nuevo.
Armonía. Equilibrio. No retroceder un dedo del papel.
Estado sin tacha.
Con cariño a tus poesias, Eva*