Para refrescar esto un poco...
Es una frase que menciona Lady Macbeth en la obra de Shakespeare cuando Macbeth, preso de su
afán de poder, mata a todo aquel que le impide llegar a ser rey, y ella se refiere a que aunque sus manos estén teñidas por la sangre de los inocentes a los que han matado, no los odiaba en su corazón, sino que lo hizo por seguirle a él.
Espero que disfrutes del libro de Marías tanto como lo disfruté yo cuando lo leí
Saludos!!