Me siento muy importante
pues ser mujer es mi sexo
y hasta ahora sólo eso
se apreciaba por fragante.
Más los tiempos traén su cante
de que somos fundamento,
al fin llegó ese momento
de mostrar nuestros derechos
y para todos son hechos
que lo anterior fuera un cante.
Una igualdad inigualable
nos pemite denunciar
y nos permite matar
aquel fruto indeseable,
fruto de un rato agradable
que busqué con otro sexo,
mas tengo derecho a eso
y el que inyectó la semilla
no puede opinar, sencilla
es la razón de aquel beso.
Los hombres son mi elemento,
por eso busqué marido
y hasta, quizzás, fue querido
mas fue aburrido al momento
y busqué lo que yo ssiento,
un otro gratificante
que viril fuera un amante
para reavivar mi ego
y me consiguiera luego
seguir la vida adelante.
Soy mujer, me siento ufana
tengo la ley de mi parte
y mis designios comparte
en lo que me dá la gana.
Pero la vida se afana
según la naturaleza
y a hombre y mujer con presteza
pone en su sitio oportuno,
el amor es sólo uno,
el resto...sólo tristeza...
Sophia.
aquel fruto indeseable