que te escribiria un cuento de hadas, lo lamento, me salio de princesas, Bella Dama, espero que te guste, ven sientate a mi lado, apoya tu cabeza entre mis piernas cierra los ojos y escucha:
En un reino del norte, en un tiempo remoto, ya olvidado, del que apenas quedan vestigios tan solo historias que se pasan de padres a hijos, existió una princesa, su nombre fue borrado por el paso de los siglos solo se conoce su historia, la que te voy a relatar. (Pero cada vez que veas escrito princesa, imagina que lo que hay escrito es tu nombre).
En ese tiempo las tierras del norte estaban divididas en reinos, eran pueblos guerreros, sedientos de batallas, de conquistas, pero el paso de los años los apaciguo, ya no habían motivos de luchas ni afán de conquista entre ellos, algunos mercenarios y aventureros se dedicaban a explorar nuevas tierras mas allá de las fronteras conocidas, en busca de tesoros, en busca de paraísos desconocidos, la mayoría de ejércitos desaparecieron.
En uno de esos reinos nació una heredera, una princesa, una futura reina, ese nacimiento fue la alegría de ese reino, pues en un futuro tendrían sucesor, con motivo de ese nacimiento, el Rey organizo un gran banquete, al que fueron invitados todos los súbditos y aldeanos del reino, en ese festejo presidieron el Rey y la Reina y entre ellos dos la Princesa, en mitad del banquete dos soldados portando una caja cubierta, se postraron ante la mesa presidencial, depositaron esa especie de caja en el suelo, uno de los soldados se dirigió a sus majestades. El silencio inhundó el ambiente, y leyendo un escrito: Majestad aquí os hacemos entrega de este regalo, en nombre del pueblo y de todos los súbditos de vuestra corte., hicieron entrega del objeto. El Rey se acerco a ellos, y descubrió esa caja, en su interior una cría de dragón blanco, al verla quedo consternado, estos dragones animales dóciles con los humanos y fieles guardianes, eran muy difíciles de capturar, era una especie que estaba extinguiéndose y no se sabía porque, pero ese regalo le causo conmoción, era algo realmente muy preciado.
La infancia de la princesa transcurrió con normalidad al lado de la cría de dragón, los años fueron transcurriendo, ella fue creciendo, se convirtió en mujer, en una mujer de extraordinaria belleza, hermosa, de cabello y ojos negros, piel morena, de mirada pura y profunda, de cuerpo esbelto. El dragón también se convirtió en adulto, un animal de bello pelaje blanco, alas extensas, siempre detrás de su princesa vigilándola, acompañándola, jugando con ella. La princesa entristecía veía que su vida era solitaria, que su vida estaba vacía, que cuerpo y alma necesitaban de un amor, alguien que le llenase su vida, su soledad, que le devolviese la alegría. Rey y Reina conscientes, celebraban banquetes a los que invitaban a jóvenes y nobles caballeros, para que su Princesa encontrara un amor, alguien digno y merecedor de su amor. Un día en uno de esos banquetes, la princesa se fijo en un caballero, parecía noble, bondadoso, de buen corazón y espíritu guerrero, venido de tierras lejanas, ella se prendo de él, se encantaba con las historias que el caballero le contaba, fueron viéndose, ella empezaba a sentir algo por el caballero, una tarde en un claro del bosque que rodeaba el castillo, cerca del lago, se encontraron princesa y caballero, el dragón sobrevolaba ese claro del bosque, bajó de los cielos y se oculto cerca de ellos, su instinto animal le hacía presagiar algo en su interior, sigiloso entre los árboles se fue acercando, mirándolos, observándolos. Princesa y caballero se cogieron de las manos, mirándose fijamente a los ojos, el se acercaba a ella, prendado de su belleza, iba a abrazarla a besarla, de repente el caballero..........
Veo mi niña que te has dormido, sueña con mi cuento, sientete la princesa sueña con tu caballero, mañana antes de dormirte, te seguire explicando el cuento.