Sedúceme también con tu mirada y tus caricias de seda, no dejes que me vaya
hoy quiero ser agua blanca,
bañada por tus dulces aguas.
Tómame que soy y eres libre
como las palomas en su primer vuelo, dime ahora y sin miedos
dónde pueden encontrarse nuestras almas.
Ven hasta mí, ya intuyo tu llegada,
dejame mirarte, cúbreme con besos de tu boca, que sean todos para mí
que tu dulce miel, embriague hoy mi conciencia
y déjame mirarte, que hoy deseo
que seas sólo para mí.