Ande por caminos difíciles
que se hicieron duros de cruzar,
me encontré con murallas a mi paso
que muchas veces me hicieron parar.
Navegué por mares furiosos
que yo misma me empeñé en cruzar
me enamoré de genios de lámparas
que a los 3 deseos me dejaron de amar.
Y halle muchas noches en pena que
elevaron el nivel del mar...
Viví de cuentos de niña
y con Andersen me llegue a enfadar
¿por qué me hiciste creer que hay príncipes
si sólo encuentro ranas ,que ni puedo besar?
Y bajo el manto del cielo
muchas noches dejé de respirar...
Y bajo un mundo repleto de estrellas
vagué sola dejando desiertos al andar.
Muchas veces me perdí entre ilusiones
hubo un tiempo que creí en fantasías
creía que existían los sueños,
y no sólo cuando dormía.
si hasta defendí el amor que no tenía...
¡Cuánta tontería escribieron Bécquer y compañía!
y yo, me las creía...
Tuviste que llegar tú
sin necesidad de un caballo blanco
y con la sangre tan roja como la mía
para abrirme los ojos y demotrarme
que todo aquello,
sueños, amor, fantasía ...
si..., si que existe en la vida.
Ahora me duermo escuchando el cuento
que tú y yo escribimos, día a día.