Pocos saben que la mayor injusticia en el mundo fue y, lamentablemente, es la domesticación de los animales
Dentro de grandes injusticias como la esclavitud, guerras, atentados, explotación infantil, destrucción de selvas y bosques, contaminación, etc., la más injusta es la domesticación animal porque es la que menos perjudica al ser humano, causante de todas estas grandes injusticias.
Lo más lamentable y peor de todo es que no solo es la más injusta, sino que es la más difícil de ver y comprender.
El privar de la libertad e independencia a un ser vivo, ya sea por gusto, comodidad o curiosidad no tiene justificación alguna y revela el gran egoísmo humano, que en su mayoría, hay que suponer, es inconsciente.
Nacer en un mundo donde la domesticación es lo común y normal, es entrar directo a esa inconciencia e ignorancia de la cual es muy difícil salir o ver.
Una persona montando a un caballo, un perro con un collar, peces en una pecera, un ave en una jaula o un gato en una casa, es para nosotros (los humanos) lo más normal del mundo; sin embargo, esa normalidad esconde una increíble forma de esclavitud.
Su magnitud es enorme. Pero a pesar de su casi infinita grandeza y de que todo, absolutamente todo el tiempo, está delante de nosotros, el terrible y mal acostumbramiento que le tenemos a la domesticación hace que no podamos o, a veces, no queramos ver esa oscura, deplorable y pesada esclavitud, que, bajo la inocencia de su poco desarrollo mental, tienen que soportar los animales.
Es muy importante poder entender que todos los animales en algún momento de su vida fueron salvajes y que no existen los animales domésticos y los no domésticos, TODOS son domesticables, solo depende de cuan cómodo o útil le resulte al ser humano para que éste los arranque de su vida libre y comience así una generación de seres vivos atrapados en el cautiverio bajo el nombre de domésticos.
Es por eso que por mas de que se trate de darle la mayor libertad posible, el animal siempre estará en cautiverio, siempre dependerá de su dueño para alimentarse, nunca jamás- logrará tener la libertad, la real compañía y la independencia que tenia en su estado salvaje.
Tal vez si, por ejemplo, un perro tomara conciencia de el por qué tiene que vivir toda su vida dentro de una casa, dependiendo de que su dueño o amo (dueño-objeto, amo-esclavo) lo alimente para vivir, seguramente la frase el perro es el mejor amigo del hombre pasaría a la historia.
Por supuesto que esperar a que un animal tome conciencia de que aunque no quiera su vida es manejada como un títere -muchas veces literalmente- seria florecer en estupidez o en perversión.
Poder analizar, entender y comprender, puede ser verdaderamente difícil, pero es lo que nos abre los ojos ante tremenda injusticia y nos hace entrar a un mundo
absolutamente diferente, tal vez más doloroso, pero sin duda alguna más real.
Poder ver y entender es romper una gran barrera para empezar a hacer justicia.