Ella y yo
solos en el atardecer
besandonos mientras el sonido del mar
arrulla nuestras almas.
Yo y ella
fundidos en un abrazo
con el bello naranja de la puesta de sol
en medio de arena y agua.
Dos amantes
entregados uno al otro
sin cabida a dudas o esparmientos
disfrutando el momento al maximo.
Entre petalos de rosas
velas y perfume,
nuestros cuerpos se rozan
provocando deseos carnales
que no han de cesar
hasta obtener su encomienda.
He de tocar
hasta el mas minimo rincon de tu cuerpo
recorriendo desde tu rostro
hasta la punta de tus pies.
Besando con ternura tus senos
y tu gemir como rogando por mas,
bajare por tu cuerpo
recorriendo tu vientre con mi lengua
para terminar fundido
en tu virginal sexo.
Acariciando suavemente tu pecho
posandome sobre tu suave y delicado cuerpo
mirando a tus bellos ojos
que me admiran con ternura
mientras el rojo de tus mejillas
delata tu exitacion al sentirme
como poso mi ser entre tus piernas
acariciando tu alma con imponencia
llevandonos los dos
a un momento de gloria
tocando lo mas alto del cielo
tomados de la mano, acompañados
el uno por el otro.
Hemos de entregarnos
una y otra vez sin descanso
sin lugar a tregua alguna
aunque mis rodillas se doblen de cansancio
aunque tu respiracion falte
el aire que necesitas con mis labios te dare
y la fuerza a mis piernas
con tu sensual cuerpo otorgaras.
No hay morbo
mucho menos perversion,
hasta podria decirse que existe timidez
ya que estamos en compañia
de la persona que mas amamos,
entregando nuestro ser,
virginad y escencia
ya que somos,
dos amantes apasionados.