Erase una vez una niña que nació en el seno de una familia de la que formaban parte unos padres buenos, trabajadores, maestros inmejorables de la vida...; y tres hermanas y un hermano. Era una familia sana, grande, feliz, de clase media/alta, no faltó de nada nunca, me decía......
Ella era extrovertida, cantarina, siempre la recuerdo con una sonrisa en la cara, la alegría de la casa, se le podía tocar la felicidad, con ganas de vivir, soñadora, viajera, enamorada de la vida, musical.......
Vivió una infancia con mucho amor, en ambiente totalmente familiar y con un toque de dureza cuando de educación se trataba, pero ante todo muy feliz y orgullosa de lo que le rodeaba.
Con la temprana edad de 12 años su vida pegó un giro de 180º cuando recibe la noticia de que sus tres hermanas, con las que había compartido siempre, sus alegrías, penas, secretos, sueños, TODO, no son sus hermanas; el papá había tenido un primer matrimonio del que enviudó y del cual nacieron ellas tres.
Recuerdo que me contaba entre lágrimas, que el echo en sí no le importó, ya que era tanto el amor que había que eso no era importante, el problema llegó cuando de la noche a la mañana, sin que nadie le preguntara, sin que la avisaran, sin tener culpa de nada, sin merecerlo, sin ..........las tres hermanas la empezaron a tratar de una manera totalmente diferente, como si de una extraña se hablara, como si todo lo anterior vivido no importara, como si de un sueño se tratara.
A partir de ahí su vida cambió para mal, la vida familiar pasó a ser un campo de batalla, la felicidad pasó a ser tristeza, la compañia pasó a llamarse soledad, las risas pasaron a ser lloros, la amistad pasó a ser odio, los secretos pasaron a ser noticias, todo, todo cambió.
Aparecieron palabras que ella había escuchado con anterioridad pero nunca había pensado en la vida que llegarían a formar parte de ella, me refiero a palabras como envidia, mentira, odio, sufrimiento, maldad, pena......
A la vez, esas mismas palabras pasaron a ser compañeras tambien de su MADRE. Me contaba que lo que más odiaba fué las muchísimas veces que ella la veía llorar, a esa que siempre quitaba, que defendía, que se peleaba con su marido con tal que no sucediera nada. Esa que nunca pudo disfrutar, ni dar, ni querer, ni mimar, ni abrazar.....a sus propios hijos por evitar todo aquello que estaba pasando.
Todo provocó un cambio total en la personalidad de esa pequeña niña, empezó a buscar fuera lo que en su hogar había muerto, maduró muy rápidamente por pura supervivencia, pasó de sentirse protegida a estar sóla. Ella no sabía vivir sin amor, sin risas.......todo su afan era crecer para poder salir de tal agobio de vida, soñaba con que llegara el momento todas, todas las noches.
Durante los siguientes años me contaba, que su familia fué como si casa de huéspedes se tratara................cuánto cambió todo, decía.
Joven y motivada, empujada por su situación molesta, conoció a un chico y ella pensó que con él podría empezar a vivir por dónde se quedó, tanto añoraba una familia unida, tantas ganas tenía... que pensó en que él era la solución. Tenía tantas ganas de salir que sin pensarlo se lanzó, sin conocer, sin sentir, sin saber, sin querer, sin...........AMOR.
Pasada su veintena contrajo matrimonio y empezó con todas sus fuerzas a construir, a luchar, a compartir, a entregarse en cuerpo y alma por todo lo que ella creía, quería y ansiaba.
En poco tiempo empezó a ver los resultados de su trabajo, de esos años de sacrificio, de su vida acelerada......e incluso de esa unión, dos pequeños surgieron, ella siempre me decía, no voy a permitir que mis hijos pasen por lo que yo, voy a luchar por verles siempre riendo, cantando, disfrutando de todas las etapas de la vida.... VIVIENDO FELICES!!!!!!!
Pero había algo que el sueño le quitaba, cuántas noches pasó desvelada pensando en que había algo que fallaba, sabía lo que era pero le era tan duro hasta reconocerlo que cuanto empeño puso, cuanto sacrificó, cuanto aguantó, cuanto luchó, cuanto intentó, cuanto perdió, cuanto dió, cuanto sufrió...........por NADA.
Ella sabía que faltaba algo muy importante que nunca hubo, quizás la velocidad con la que había vivido la llevó a eso, las prisas, el querer salir la hizo equivocarse.......ella lo sabía faltaba lo más importante, nunca, nunca hubo amor, no estuvo nunca enamorada.....el correr por encontrar una vida tranquila, feliz, la confundió...........y, como era de esperar pasó, en poco tiempo todo se acabó.
Ahora ella sigue siendo luchadora, trabajadora, soñadora, con ganas de vivir.....es extraño pero a vuelto a dormir, a reir, a ser feliz.
Compartiendo su vida al 100% con sus padres e hijos y con sus tantísimos amigos ha vuelto a la normalidad pero ahora Cenicienta se siente, el amor quiere encontrar, ese que nunca tuvo, ese que tanto añora, ese que tanto necesita y.......
CONTINUARÁ..............
SEROMA