Podría decirte tantas cosas...
Que únicamente te diré una, la lectura es bonita pero la leyenda es a posteriori...es penoso entender la vida cuando ya no hay salida,cuando las cosas han perdido el valor que tenían , pero no por que nosotros no se lo demos , sino por que no se nos concede más.
Hay que saber ver siempre el mañana, el día de hoy lo tenemos comido y solucionado y hay que entender que lo que al aire damos, el aire nos lo devuelve, lo que hubiera pasado y los porques son tantos, que la mente se dispersa en cien mil cuestiones,los daños, las perdidas, la enseñanza sublime de que la mitad del dolor fue solo sentir que lo que imaginamos como ideal no se cumplió...en fin, palabras lanzadas al aire sin sabiduría pero con fundamento...
Uno jamás se arrepiente de nada si en cada momento hizo de su vida lo que quiso de manera conciente, que no digo acertada,por que de lo contrario de dónde vendría la lección??, de ningún sitio, no es sapiencia, no es un dejar pasar, un abandonar para caminar libre, es más bien saberse conocedor de los propios errores, de los propios daños que solo nosotros sabemos aflijirnos, incapaces de aceptar que a veces el viento vira y nos trae arena a los ojos y cabría pensar de quien es el error del viento o de quien no supo valorar su fuerza y su capricho.
Nada de lo que nos hace avanzar se consigue desde el estado de gracia y tampoco es capaz de continuar el camino aquel que desde la barrera lanza avisos de una enseñanza que solo se adquiere lidiando, palabras que tu solo entenderás emanadas de un alma vieja y muy cansada, de alguien claro y diafano que nunca miente y que no le asusta la verdad por que es su faro y guia, en fin, al final te dije tantas cosas que termino diciendo que es valiosa la lectura cuando uno sabe llevar a buen puerto la leyenda.