Tengo un sueño, un sólo sueño, seguir soñando
Soñar con la libertad
soñar con la justicia
soñar con la igualdad
y ojalá ya no tuviera la necesidad de soñarlas
Soñar a mi hij@ ya grande, san@ y feliz
Volando con sus alas sin olvidar nunca el nido
Soñar con el amor, con amar y ser amado
Dando todo sin medirlo
Recibiendo todo sin pedirlo
Soñar con la paz del mundo, en mi país, en mi mismo y quién sabe cuál es la más difícil de alcanzar
Soñar que mis cabellos que ralean y se blanquean, no impiden que mi mente y mi corazón sigan jóvenes y se animen a la aventura, sigan niños y conserven la capacidad de jugar.
Soñar que tendré la fuerza, la voluntad y el coraje para ayudar a concretar mis sueños en lugar de pedir milagros que no merecería.
Soñar que cuando llegue el al final podré decir que viví soñando y que mi vida fue un sueño soñado en una larga y plácida noche de la eternidad.
Martin Luther King
Dejo aquí este escrito porque los acontecimientos que se están desarrollando en América Latina muestran realmente que líderes como este hay muy pocos. El fue pacifista, todos los reclamos de reivindicación a favor de la gente de color en Estados Unidos se realizaban sin violencia por su parte, así fueran golpeados, ellos tenían orden de no responder. Por esa misma época, si bien no me equivoco, Malcom X también luchaba por los derechos de su gente, sin embargo, su lucha era violenta.
El mensaje de paz y el sacrificio de la vida de Martin Luther King realmente tuvo el efecto deseado, una prueba más de que no puedes tener un discurso antiviolencia siendo violento al exponer tus ideas, no puedes pedir libertad si cortas las alas de quienes no opinan como tú, no puedes señalar la corrupción si tú mismo eres parte de ella, aunque esta vez beneficie a tu propio bando, no puedes ir contra el imperio con el deseo de formar otro aún peor.
Y por último, una frase cuyo autor desconozco pero que me encanta "NO PORQUE SE CAMBIE DE DUEÑO SE SUPRIME AL TIRANO", si el tirano está en tu corazón resentido, los cambios serán más de lo mismo.
Yo siempre he amado mi Bolivia, orgullosa de mi país con todo y su subdesarrollo. HOY resulta que no sé si soy digan de llamarme boliviana, no sé siquiera si tengo país porque sencillamente el color de mi tez hace que "la gran mayoría" me vea como su enemiga, esa es la tiranía de la democracia que estamos viviendo.
Me duele, mas como dice Martin, sólo me queda soñar, soñar con que el más pequeño de mis hijos no viva vientos de odio, pueda disfrutar su infancia en la tierra que lo vió nacer y yo pueda acompañarle.Y sólo como referencia, yo no soy una potentada, no tengo ni una vivienda propia, mucho menos tierras, muchos menos industrias y en estos momentos ni trabajo, gracias a que la política económica(si la hay) está colaborando a que cadavez hayan menos empleos.
Sólo para que tenga una idea de como está la gente que paga impuestos, lucha día a día en este mi país y que no quiere dejar de soñar en libertad.
Un fuerte abrazo para tod@s
Maely