Mi pecho se abre a la vida,
camino por la senda
y miro hacia el cielo luminoso,
no se por qué,
pero mi corazón está gozoso,
siento dentro de mi una alegría
y me sale del corazón
decir: qué bella es la vida!!...
Puede haber sol,
puede haber luna,
o puede haber eclipses,
o puede haber oscuridad,
pero siento que estoy viva.
Hay dentro de mi una llama
que no se apaga,
que me ilumina el alma,
que me enciende el corazón,
que me llena de emoción
y me colma de ilusión
y que me hace saborear,
saborear el mundo,
un mundo que se abre ante mi
y me enseña sus posibilidades,
un mundo que aunque, a veces,
no me sea amable,
otras me acaricia
y me ofrece amor y amistad.
Miro a los pajarillos,
miro a las flores,
miro al sol, la luna, las estrellas
y me emocionan con tanta belleza,
me gusta contemplarlos,
sentirlos y llenarme de sus imágenes,
imágenes alegres, llenas de vida,
una vida en todo su fuljor...
La algarabía de la gente,
la risa de los niños y niñas,
los grupos conversadores...
animan las calles
que pueden ser frías,
pero en ellas siempre
puede observarse alguna alegría...
la alegría de una niña
que juega feliz con su muñeca
y sonríe dulcemente a su madre...
la alegría de un gorrión
que se baña en un charco
o abre sus alas bajo el sol...
Qué bella es la vida!
Los animalitos, las flores
se agarran con fuerza a ella...
El cielo nos ilumnina a todos,
dándonos cobijo,
que generoso es nuestro creador!
cuando miro a mi alrededor,
puedo ver todo su esplendor...
Así, hoy, no se por qué,
sólo puedo decir,
aunque sólo sea en silencio,
que bella es esta vida!