¡¡¡a la pelu!!!
Buf, tu caso me suena. A mí también me regalaron a Misi hace seis meses más o menos. Cuando lo saqué de su cesta pensaba que estaba enfermo y tenía tumores o algo parecido, tan enormes eran sus enredos. Al principio me dió mucha pena cortarle el pelo, pero luego descubrí que era la mejor solución:sí, es cierto que el pobre estuvo feísimo durante al menos 3 meses, pero no se traumatizó ni nada parecido más que un par de horas que estuvo bajo la cama y cuando le quité esa cantidad de nudos descubrí que bajo ellos había heridas. El veterinario me dijo que ellos notan la molestia de los nudo y se los muerden provocándoselas. Si no se lo hubiese cortado habría acabado con una tremenda infección. Además, ahora le ha crecido un pelo precioso, con mucho brillo. Lo malo es que odia el peine (falta de costumbre)jeje. Córtaselo.