Algunas estrategias prácticas para pensar en quién querés ser y cómo querés crecer:
1. Tomátelo con calma. Si no sabes cuál es tu vocación, si te gustan muchas cosas diferentes o si todos tus amigos ya decidieron qué van a estudiar y vos seguís pensando qué querés hacer, no te preocupes. Cada uno tiene su tiempo, date espacio para elegir con tranquilidad.
2. Conocete. Pensá qué te gusta hacer, cuáles son tus intereses, qué materias te resultan más fáciles y cuáles te traen más dificultad. Al hacerlo, incluí tus hobbies, deportes y pasatiempos. Tus intereses y tu personalidad son importantes para elegir algo que disfrutes hacer y que te permita desplegar tu potencial.
3. Sé realista. Tené en cuenta si para empezar a estudiar tendrías que mudarte, cuánto tiempo de viaje tendrías hasta el lugar de cursado y cuántas horas por día vas a poder dedicar a estudiar. Al reflexionar, considera si vas trabajar mientras estudias y cuáles son las ocupaciones y profesiones de tu familia y de tu entorno. Incluir la realidad en la elección permite que evalúes si tu decisión es viable.
4. Investigá la oferta de cursos y carreras. Las carreras tradicionales son las más conocidas. Sin embargo, hay muchísimas más carreras universitarias que pueden sorprenderte y sobre las que podés investigar. Busca en internet, visita las universidades, pediles información sobre las carreras que te interesan. Así vas a elegir basado en la seguridad que brinda conocer profundamente las opciones actuales y la carrera que te gusta.
5. Conversá con un profesional. Antes de tomar la decisión final, conversa con un graduado de las carreras que te interesan para conocer su experiencia y el campo laboral de cada una. Con su testimonio podes proyectar cómo sería tu futuro profesional y evaluar si es algo que te gusta, cuáles son las posibles actividades laborales y si te imaginás trabajando en esa profesión.La elección de carrera es un proceso personal que implica pensar en el futuro. Conociendo la oferta de carreras, tu personalidad, tus intereses y tu realidad podés elegir con más seguridad tu camino vocacional, y estas cinco estrategias pueden ser una brújula que te guíe hacia dónde vas.