Esto es una historia muy sencilla, pero me ha gustado y voy a compartirla, espero que os guste.
PELUQUERIA GABRIELA
He leido muchas novelas y he visto demasiadas peliculas, pero nunca he encontrado en ellas un personaje como Gabriela. Tiene una historia normal. Pero esta chica, que un dia tropezó conmigo en el metro tirando por el suelo la carpeta llena de papeles que yo llevaba bajo el brazo y, avergonzada, se deshizo en disculpas, me regalo una tarjeta que simplemente decia: "Peluqueria Gabriela" y una direccion. Insistio en que fuera cuando quisiera. La guarde en mi cartera en un acto reflejo y me olvide del asunto. Hasta que un dia decidi poner orden en mi bolso y encontre la tarjeta. Me hizo gracia y decidi que a la semana siguiente podria hacer una visita a Gabriela, aunque ya no se acordara de mi. Cuando di por fin con la direccion, entre en un pequeño local atestado de mujeres, hombres y niños y me dispuse a esperar con la mayor paciencia del mundo.
En cuanto puse los pies en esa peluqueria senti que tenia todo el tiempo del mundo por delante. Y cosa curiosa: no habia revistas del corazon para hacer mas ligera la espera. Ni una sola. Los clientes que aguardaban su turno dibujaban con lapeces de cera o con rotuladores, o bien escribian en unas agendas especialmente dispuestas. Cada uno elegia la que mejor le viniese: una ponia "Sueños", la otra "Recetas de cocina". Una que estaba muy manoseada decia tan solo "Angustias".
No se cuanto tiempo estuve esperando, solo se que cuando levante la vista de la agenda de las recetas, ya no quedaba mas que una niña sentada en la silla y no paraba de reirse mientras le cortaban el pelo. Su madre estaba detras de Gabriela, que movia las tijeras con tanta magia que parecian nubes flotando alrededor de la niña. La señora me conto que jamas entregaria su cabeza a otra persona que no fuera ella, aunque tardaba casi dos horas en llegar desde su casa. Vivia a 40 klm.
A partir de ese momento solo desee que la niña se marchara lo mas rapidamente posible. A esas alturas, Gabriela habia pasao a ser un hada madrina y yo, una timida calabaza que queria que la transformaran en carroza de ensueño.
-Te estaba esperando hacia meses-me dijo con una sonrisa tan ancha como la vida eterna. Me pregunto por mi trabajo, me advirtio que si no inyectaba un poco mas de optimismo a mi vida iba a terminar deshaciendome como la espuma y por fin me pidio una opinion.
-¿Crees que la torre de Pisa aplastara algun dia a un turista japones? Esa fue la primera de una infinita sucesion de carcajadas. Se me habia olvidado como retumbaba una carcajada.
Cuando sali de la peluqueria me dijo "hasta luego" segura de volver a vernos.
Hace ya tres años que voy a su peluqueria y todavia estan sus agendas con nuevas recetas, nuevos sueños, nuevas ideas... Ahora vivo a 60 km y no me importa desplazarme para acudir a su reino de fantasia. Corta y peina como si estuviera dando una clase de filosofia. Pero ese es el encanto, el secreto de Gabriela y de su peluqueria. Con él consigue que en "peluqeria Gabriela" nunca se marchiten las flores.
Fin
Es un poco larga pero creo que es original, lo escribe Carolina Diaz y no se si es real o no.
besoss