Debilidad senil
Debilidad senil
Cuando los hámsters dorados nos hacemos viejecitos, aproximadamente hacia los dos años y medio o tres años, dormimos mucho más, perdemos el apetito y nos movemos con dificultad. Apenas percibimos ya lo que sucede a nuestro alrededor, y estamos apáticos. Estos síntomas de decadencia unas veces aparecen lentamente, pero otras lo hacen con rapidez.
Si el hámster no tiene dolores, deberías proporcionarle todo el bienestar posible en su jaula y nido acostumbrados. Tampoco debes llevarle al veterinario, pues ello significaría un esfuerzo demasiado grande para el animalito.
Dale al hámster algunas de sus golosinas preferidas, pero no te intranquilices si ahora ya no hace caso de ellas. Sus energías se extinguen paulatinamente, al igual que sus fuerzas vitales. La mayoría de veces muere tranquilamente.